En vivo desde Mazatlán

Nuevamente la mala orientación vocacional me ha llevado a otro horrible viaje; Pero esta vez no vine a juntar lodito ni a matar animalitos tiernos con ojos gigantes, si no que vine a una reunion de camaronologos y cangrejologos que terminó ayer.

Ahora que ya terminó la reunión y estoy de quejiche con un mal de matorral del tamaño del mundo, me doy cuenta que a nadie realmente le interesa saber de camarones y que todo es una excusa para que los biólogos más viejos puedan ir a chupar lejos de sus esposas regañonas. La clausura terminó en un antro en la playa (de esos que salen en la televisión gringa y que yo odio) con todos los doctores e investigadores ligándose a las alumnitas que vinieron al congreso, o por lo menos viéndolas con ojos de esos que hacen los doctores pedos y urgidos. Por mi parte descubrí que aún en el peor estado de alcoholismo bailo horrible, por lo menos esta vez no me pidió que bailara con ella una gorda con camisa de la CONAMP (como en aquella fiesta de coralologos en Cozumel).

La verdad no me la estoy pasando tan mal pero definitivamente preferiría estar con mis amigos viboreando gente, con 11 horas menos de camino por delante y con mucho dinero en la bolsa (que caro es viajar caray). Sé que no es un gran post pero lo escribí a las carreras antes de ir a la playa a que se me meta la arena al traje de baño.