Ayer en la fiesta apareció entre las botellas de vino (seguramente en el lugar que ocupaba la botella matemática) un vino bueno, y no me refiero al sabor ni nada de eso si no a que era un vino con una causa social, con un interés por el mundo en el que vive, un vino con ganas de cambio.
Es el vino de la resistencia contra los organismos genéticamente modificados (OGMs) . Cuando los OGMs llegan a la atención de los vinos es porque algo anda realmente mal. Propongo que salgan a la venta condones de la resistencia contra el látex obtenido de malévolas plantas OGM; tal vez pasta de dientes contra el calentamiento global, incluso tampones contra las armas de destrucción masiva, hasta aceptaría cafe orgánico David Lynch.
Puedo decir que el fermentado de no-OGMs produce el mismo efecto que las uvas transgénicas porque después de tomarle me puse de un mala copa sentimental que hasta pena me da.
Puedo decir que el fermentado de no-OGMs produce el mismo efecto que las uvas transgénicas porque después de tomarle me puse de un mala copa sentimental que hasta pena me da.
5 comentarios:
Vive la resistance!
los productos que no son organicos son inorganicos?
una botella de tonayan disfrazada
tu mano es peludaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
una vaca un tractor y un elote??
crei que habria unos viñedos o algo asi
creo que eso demuestra mi ignorancia sobre los ingredientes del vino
Publicar un comentario